lunes, 12 de octubre de 2015

México y el desarrollo sustentable

El concepto medio ambiente y desarrollo sustentable se refiere a la administración eficiente y racional de los recursos naturales, de manera tal que sea posible mejorar el bienestar de la población actual sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras.

Uno de los principales retos que enfrenta México respecto al medio ambiente y desarrollo sustentable es incluir al primero como uno de los elementos de la competitividad y el desarrollo económico y social. Solo así se puede alcanzar un desarrollo sustentable. Desafortunadamente, los esfuerzos de conservación de los recursos naturales y ecosistemas suelen verse obstaculizados por un círculo vicioso que incluye pobreza, agotamiento de los recursos naturales, deterioro ambiental y más pobreza.
Dicho proceso y equilibrio entre el medio ambiente y desarrollo sustentable requiere así de una estrecha coordinación de las políticas públicas en el mediano y largo plazo. Esta es una premisa fundamental para el Gobierno Federal dada a conocer en el Plan Nacional de Desarrollo que se traduce en esfuerzos significativos para mejorar la coordinación interinstitucional y la integración intersectorial. La sustentabilidad ambiental es así un criterio rector en el fomento de las actividades productivas, por lo que, en la toma de decisiones sobre inversión, producción y políticas públicas, se incorporan consideraciones de impacto y riesgo ambientales, así como de uso eficiente y racional de los recursos naturales.
El cuidado del medio ambiente y desarrollo sustentable es un tema que preocupa y ocupa a todos los países. Las consecuencias de modelos de desarrollo, pasados y actuales, que no han tomado en cuenta al medio ambiente, se manifiestan inequívocamente en problemas de orden mundial como el cambio climático,  por lo cual el Gobierno de la República ha optado por sumarse a los esfuerzos internacionales suscribiendo importantes acuerdos, entre los que destacan el Convenio sobre Diversidad Biológica; la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Protocolo de Kyoto; el Convenio de Estocolmo, sobre contaminantes orgánicos persistentes; el Protocolo de Montreal, relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono; la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación; la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres; y los Objetivos del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas. Estos acuerdos tienen como propósito hacer de México un participante activo en el desarrollo sustentable.
Por su nivel de desarrollo económico, la gran diversidad de sus recursos naturales, su situación geoestratégica y su acceso a distintos foros internacionales, México se ubica en una posición privilegiada para erigirse como un interlocutor importante para el diálogo y la cooperación entre los países desarrollados y en desarrollo en torno al tema del medio ambiente y desarrollo sustentable. Así, el país ha participado en los esfuerzos de cooperación internacional con el objetivo de contribuir a la consolidación de una agenda basada en principios claramente definidos y apoyada por instituciones sólidas.
En este contexto la Organización de las Naciones Unidas ha establecido que el uso eficiente de la energía y el medio ambiente  son indispensables para el desarrollo humano sustentable. Las personas en situación de pobreza son quienes se ven afectadas de manera desproporcionada por la degradación ambiental y la falta de acceso a los servicios de energía limpia y asequible.
Asegurar la sustentabilidad ambiental y el acceso a los servicios energéticos es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En este sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ofrece a las naciones y diversas comunidades herramientas prácticas para transformar los ODM en acciones en el terreno que generen múltiples y variados beneficios ambientales, sociales y económicos.
El PNUD enfoca su trabajo para fomentar la protección del medio ambiente y desarrollo sustentable en construir y desarrollar capacidades que promuevan una mejor gobernabilidad ambiental, innovación y difusión tecnológica y el aumento de los mecanismos financieros en temas como la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, la gobernabilidad del agua, el fortalecimiento de los espacios de participación ciudadana para el desarrollo sustentable, la reducción de los gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático.
Asimismo, plantea la vinculación de los aspectos ambientales con enfoques sociales, tales como la perspectiva de equidad de género y etnia, en el diseño e instrumentación de los programas y proyectos en los que colabora.
En lo que se refiere a México, la representación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo implementa un programa de trabajo centrado en el combate a la pobreza y las desigualdades, la integración productiva, el fomento de la cultura democrática, la preservación del medio ambiente y el fortalecimiento de la cooperación técnica mexicana hacia terceros países. Todo esto lo realizan, a partir de 5 ejes temáticos definidos como:
  1. Desarrollo humano
  2. Gobernabilidad democrática,
  3. Medio ambiente y energía,
  4. Sector privado y desarrollo, y
  5. Equidad de género
El PNUD desarrolla su misión con arreglo a las orientaciones globales que le han ido marcando los Estados Miembro de la ONU en la Asamblea General, entre ellos México de manera destacada. El Programa ha sido y es un agente de cambio en las ideas, por ejemplo en materia de igualdad de género y protección del medio ambiente.
El agua, los alimentos y el oxígeno son los recursos principales desde la perspectiva biológica  del hombre que debemos cuidar por nuestro propio bien. El agua es imprescindible para la vida y además  cualquier actividad humana requiere su empleo y su carencia limita las posibilidades de presencia humana. Los alimentos son igualmente importantes ya que presentan a la vez la fuente de materia y energía. La abundancia de oxígeno hace que no se lo valore tanto como un recurso, aunque para los seres vivos es un gas vital.
Además de estos recursos se incorpora la biodiversidad que no ha sido muy conservada y el 60% de los ecosistemas del mundo que soportan toda la vida en la tierra están ahora degradados o en camino de serlo. El hombre también ha utilizado indiscriminadamente otra serie de recursos para obtener energía, carbón, gas natural,  petróleo y minerales radiactivos, así como diversas rocas y minerales constituyen elementos para la fabricación y la construcción.
Por ello es necesario comenzarse a preocupar por en el uso responsable de dichos recursos y fomentar el equilibrio entre medio ambiente y desarrollo sustentable en beneficio de la humanidad.


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